domingo, 8 de junio de 2014

La Orientación en Venezuela


La Orientación en Venezuela.
la Orientación ha realizado una travesía que ha oscilado entre períodos históricos donde se le ha dado mucha importancia y relevancia, hasta épocas como la actual, en las que por diversas razones atraviesa por un proceso de incertidumbre, que la ha llevado prácticamente a desaparecer dentro de la actual estructura del Ministerio de Educación y Deportes (en adelante MED), y que permite afirmar que se ha iniciado un proceso de involución como profesión en el seno de las escuelas y liceos. Si bien es cierto que en los planteles educacionales permanece la figura del orientador, estos rigen su práctica profesional por directrices que han sido establecidas en gobiernos anteriores. Sin embargo, se justifica a la Orientación y su contribución al cambio organizacional de las instituciones educacionales. Se concibe a la Orientación como una práctica social que da respuestas a situaciones propias del desarrollo evolutivo normal de niños(as) y adolescentes, proporciona formación a los actores claves que conforman las escuelas y liceos, a la vez que contribuye con el cambio organizacional de los planteles. Es decir, se dirige tanto a los educandos (personas en formación, con o sin problemas) como a los agentes socializadores o agentes significantes. Esta práctica social se vincula e integra al currículo escolar así como a los diferentes componentes que lo conforman, incluyendo todo lo relacionado con la cultura y el clima organizacional.

La crisis de la Orientación en Venezuela
De acuerdo con Casado (ibid), la situación de crisis de la Orientación en los momentos actuales está dominada por una gran paradoja, la cual se expresa en el hecho de que si bien hay consenso en justificar la práctica de la Orientación por las necesidades individuales y sociales (necesidades-carencia o necesidades-aspiración) que concurren en el marco de las instituciones educativas, resulta, empero, que a medida en que las necesidades-carencia han ido en aumento y, en consecuencia se ha incrementado la discrepancia entre lo dado y lo deseable, las necesidades-aspiración, la orientación se ha ido debilitando. Entre algunos indicadores de esta debilidad se pueden citar, por ejemplo, que la Orientación ha ido perdiendo lugares en la estructura burocrática del Ministerio de Educación y Deportes (MED), que los cargos de Orientadores han ido desapareciendo, que la Orientación no tiene la suficiente presencia curricular en los programas de formación de los educadores, que en la presente década no han surgido nuevos textos sobre la Orientación en Venezuela, que a los Orientadores se le han asignado tareas alejadas de la acción orientadora (como aquellas de distribuir la beca escolar o los subsidios alimenticios).

En efecto, la acción de los Orientadores ha ido perdiendo relevancia, su práctica va desapareciendo a pesar de que las necesidades que la hicieron surgir y desarrollarse han ido en aumento. Podría pensarse que, en el caso Venezuela, este fenómeno se debe a la profunda crisis socioeconómica que vive el país. Sin embargo, desde la academia, se deben considerar algunos otros elementos moduladores de la crisis desde una visión más al interior de nuestra área de estudio