La
Orientación en Venezuela.
la
Orientación ha realizado una travesía que ha oscilado entre períodos históricos
donde se le ha dado mucha importancia y relevancia, hasta épocas como la
actual, en las que por diversas razones atraviesa por un proceso de
incertidumbre, que la ha llevado prácticamente a desaparecer dentro de la
actual estructura del Ministerio de Educación y Deportes (en adelante MED), y
que permite afirmar que se ha iniciado un proceso de involución como profesión
en el seno de las escuelas y liceos. Si bien es cierto que en los planteles
educacionales permanece la figura del orientador, estos rigen su práctica
profesional por directrices que han sido establecidas en gobiernos anteriores.
Sin embargo, se justifica a la Orientación y su contribución al cambio
organizacional de las instituciones educacionales. Se concibe a la Orientación como una práctica social que da
respuestas a situaciones propias del desarrollo evolutivo normal de niños(as) y
adolescentes, proporciona formación a los actores claves que conforman las escuelas
y liceos, a la vez que contribuye con el cambio organizacional de los
planteles. Es decir, se dirige tanto a los educandos (personas en formación,
con o sin problemas) como a los agentes socializadores o agentes significantes.
Esta práctica social se vincula e integra al currículo escolar así como a los
diferentes componentes que lo conforman, incluyendo todo lo relacionado con la
cultura y el clima organizacional.
La
crisis de la Orientación en Venezuela
De
acuerdo con Casado (ibid), la situación de crisis de la Orientación en los
momentos actuales está dominada por una gran paradoja, la cual se expresa en el
hecho de que si bien hay consenso en justificar la práctica de la Orientación
por las necesidades individuales y sociales (necesidades-carencia o
necesidades-aspiración) que concurren en el marco de las instituciones
educativas, resulta, empero, que a medida en que las necesidades-carencia han
ido en aumento y, en consecuencia se ha incrementado la discrepancia entre lo
dado y lo deseable, las necesidades-aspiración, la orientación se ha ido
debilitando. Entre algunos indicadores de esta debilidad se pueden citar, por
ejemplo, que la Orientación ha ido perdiendo lugares en la estructura
burocrática del Ministerio de Educación y Deportes (MED), que los cargos de
Orientadores han ido desapareciendo, que la Orientación no tiene la suficiente
presencia curricular en los programas de formación de los educadores, que en la
presente década no han surgido nuevos textos sobre la Orientación en Venezuela,
que a los Orientadores se le han asignado tareas alejadas de la acción
orientadora (como aquellas de distribuir la beca escolar o los subsidios
alimenticios).
En
efecto, la acción de los Orientadores ha ido perdiendo relevancia, su práctica
va desapareciendo a pesar de que las necesidades que la hicieron surgir y
desarrollarse han ido en aumento. Podría pensarse que, en el caso Venezuela,
este fenómeno se debe a la profunda crisis socioeconómica que vive el país. Sin
embargo, desde la academia, se deben considerar algunos otros elementos
moduladores de la crisis desde una visión más al interior de nuestra área de
estudio