sábado, 19 de abril de 2014

Habilidades Sociales y Asertividad

Otro término afín con las habilidades sociales es la Asertividad, concepto referido tradicionalmente a las conductas de autoafirmación, expresión de sentimientos, opiniones, etc. En términos generales, podemos entender la asertividad como una conducta interpersonal que implica la expresión directa de los propios sentimientos y la defensa de los derechos personales, sin negar los derechos ajenos como un concepto restringido que se integra dentro del concepto más amplio de habilidades sociales. Para algunas personas, expresar sus emociones e ideas, o actuar como desean, no es tarea fácil, pues siempre están pensando en el que dirán, o la opinión que de nosotros tienen los demás. Esa contención les crea sentimientos de inseguridad, insatisfacción y frustración. Habitualmente dicen o hacen lo que creen que los demás esperan o consideran apropiado, y les evitara ser rechazados. La conducta contraria es la  actitud agresiva de otras personas, que consideran que no “deben dejarse de nadie”, y mantiene un comportamiento a la defensiva. Es una minoría el grupo de personas que manejan sus sentimientos y acciones de manera equilibrada, lo cual juega un papel clave para tener relaciones armoniosas y constructivas. La Asertividad es la habilidad para actuar o expresar las ideas y sentimientos propios de manera adecuada, es decir, en forma tranquila, sin manifestar pasividad o agresividad ante las demás personas.
Una persona que es asertiva es aquella que posee los siguientes atributos, a saber:
          a.. Es expresiva, espontánea y segura de sí misma.
  • b.. Tiene una personalidad activa.
    c.. Defiende sus propios derechos personales.
    d.. No presenta temores en su comportamiento.
    e.. Posee una comunicación directa, adecuada, abierta y franca.
    f.. Su comportamiento es respetable.
    g.. Acepta sus limitaciones.
    h.. Se comunica fácilmente con toda clase de personas.

La persona asertiva sabe respetar a los demás sin dejar de respetarse a sí misma, no se sitúa en la posición  de ganar o perder en la relación con los demás, sino en ¿cómo podemos llegar a un acuerdo favorable a ambos? Su manera de pensar es más racional, actuando de forma más adaptativa a su vida y circunstancias. Sus sentimientos son más estables y controlados que los de las personas inhibidas o agresivas y como consecuencia de todo esto su sentido de confianza, seguridad, autonomía, autosuficiencia y autoestima es elevado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario