Las fases de la respuesta sexual son:
Excitación: se caracteriza por una intensa vasodilatación de la pelvis, cuya
consecuencia es el aumento de tamaño de los órganos genitales. En el hombre se
produce un incremento importante del volumen del pene y en la mujer una
congestión de la vagina y vulva. En ambos aumenta la temperatura y se tornan de
color rojo. En la piel del tórax aparece un moteado rosado y hay erección de
los pezones. El hombre suele excitarse más rápido que la mujer.
Meseta:
persiste la vasodilatación y se incrementa el tono muscular. La vagina se
humedece a consecuencia del el trasudado debido a la intensa vasodilatación, es
lo que conocemos como lubricación vaginal. Las paredes de la vagina se
engruesan en el tercio externo y se dilata en el tercio interno. El clítoris se
retrae, el útero se expande. En el hombre hay secreción de las glándulas de
Cowper y retracción de los testículos. La presión arterial, el pulso y la
respiración se incrementan. La fase de meseta suele ser más larga en la mujer
que en el hombre.
Orgasmo:
Se producen contracciones rítmicas de los músculos de la pelvis. En el hombre
se produce la eyaculación por la contracción de las vesículas seminales y en la
mujer se producen movimientos rítmicos de útero. La tensión, pulso y
respiración se incrementan al máximo. Es típica la extensión forzada de los
pies y en especial de los dedos gordos o espasmo carpopedal. Esta fase se
acompaña de intensa sensación de placer. El hombre es monoorgásmico, es decir
que solo dispara un orgasmo, en cambio la mujer puede ser mono, poli u
multiorgásmica, es decir que puede tener uno, varios o múltiples
orgasmos.
Resolución: En
esta fase todos los cambios ocurridos recobran su estado de reposo. Disminuye
el pulso, la respiración y la tensión, los músculos se relajan. El pene pierde
la erección y los genitales femeninos se distienden. Normalmente se produce
sudoración en torax.
Fase
refractaria: después de la resolución el hombre no puede
excitarse de nuevo por unos minutos, horas o días. En las mujeres es posible,
en muchos casos una nueva respuesta sexual.
Fuente:Bianco, F. (1978)
Sexología Clínica. Bases Fisiológicas y Fisiopatología. Editorial CIPV.
Caracas.
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